Supimos que estábamos embarazada exactamente el día lunes 28 de noviembre del año pasado. Mi atraso era de cuatro días, pero como había dejado las pastillas aproximadamente hacía dos meses pensé que mi cuerpo aún se estaba "ajustando" al cambio hormonal propio que debe ocurrir luego de estar alrededor de dos años con tratamiento anticonceptivo. Bueno, por insistencia de mi hermana y de mi madre al salir de la pega pasé a comprar un test de embarazo, de los baratitos nomás: -Si estás embarazada ten por seguro que saldrá altiro- me dijo el farmacéutico. Le hice caso y me fui a la casa, ahí me esperaba mi marido.
Con todo el nerviosismo del mundo entré al baño y lo dejé en el lavamanos mientras se cumplía el tiempo. Llamé a mi marido para que lo revisara y me dijo que habían dos rayitas....entonces es positivo, le dije... Se emocionó al instante y yo quedé casi en estado de shok y, para segurarme, partí a la farmacia a comprar otro, menos mal que el farmacéutico no me dijo nada, aunque su cara de "se nota que es primeriza" me lo dijo todo. No me importó. Volví a la casa y repetí el mismo procedimiento, no alcanzaron ni a pasar los tres minutos y las dos rayas ya estaban ahí, anunciando que ya estaba todo dicho.
Me colgué del cuello de mi esposo y nos sentamos en el sillón para tratar de asimilar la noticia, los dos ensimismados pensando quizás que cosa, mientras por celular mi hermana me llamaba a cada rato para saber qué había pasado. Al día siguiente fui de inmediato a la gine y el exámen de sangre terminó de confirmar nuestra más hermosa felicidad. Junto con mi corazón lleno de alegría me fui con una pila de exámenes de sangre y de orina para confirmar que todo estuviera en orden, y quedé citada para quince días más...ese sería el momento de nuestra primera ecografía, donde veríamos si estaba bien ubicado, si el embarazo iba bien y podríamos sentir los latidos de su corazón.
Debo reconocer que no me pasó eso que sienten la mayoría de las madres cuando te dicen: yo supe altiro que estaba embarazada. Aparte de andar más somnolienta de lo normal no tuve ningún síntoma que me hiciera sentir embarazada, aunque créanme que el sueño era realmente grande, de hecho aún lo es jajaja, bostezo todo el día y apenas pongo la cabeza en la almohada me quedo dormida.

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